Cada 26 de marzo, se conmemora el día internacional de prevención de cáncer de cuello uterino, a efectos de concientizar sobre una enfermedad prevenible que afecta a muchas mujeres en el mundo. Este cáncer se desarrolla a partir de la infección por algunos subtipos del virus del papiloma humano (HPV) y la coexistencia de otros factores tales como la predisposición genética y el hábito de fumar.
“Es el tercer cáncer más frecuente en las mujeres, y el segundo en la población de entre 15 y 44 años. En este grupo etario es la primera causa de muerte por cáncer, por delante de mama, colon, recto y leucemias. En la República Argentina, según el Ministerio de Salud de la Nación, se diagnostican cerca de 5000 nuevos casos y mueren alrededor de 2200 mujeres por año”, consignó Samuel Seiref, Dr. Méd. Samuel Seiref profesor del área de gineco-obstetricia de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional del Litoral, Secretario de Investigación de dicha Casa de Estudios y Jefe del Servicio de Ginecología del Hospital J. B. Iturraspe de nuestra ciudad.
 

Detección y prevención

Esta enfermedad se puede prevenir, detectar en etapas muy tempranas y también curar en altos porcentajes si se detecta a tiempo. “El HPV es un virus con más de 200 subtipos, muchos de los cuales se asocian al cáncer del tracto genital inferior (Cuello de útero, vagina, vulva y ano) y también al cáncer de cavidad oral y de pene. La posibilidad de contagio y la mayor frecuencia de estos canceres se da en quienes han tenido relaciones sexuales. Entre el contagio del virus y la aparición de los cambios celulares que van a llevar al cáncer se considera que debe pasar cierto tiempo habitualmente más de 2 años. La edad de mayor incidencia del cáncer de cuello de útero es alrededor de los 45 años. La prevalencia de enfermedades preinvasoras se da alrededor de 10 años antes (35 años)”, detalló Seiref. 
La prevención primaria, antes de tener la enfermedad, se efectúa mediante la vacuna que según el calendario Nacional se debe aplicar a varones y mujeres de 11 años.
La prevención secundaria, es decir detectar la enfermedad inicial o temprana o pre invasora, se hace por el Test de Papanicolaou, el test de HVP, el cepillado endocervical y la colposcopía.

Investigación sostenida sobre la temática en FCM-UNL
En la Facultad de Ciencias Médicas (FCM) de la Universidad Nacional del Litoral (UNL), “se conformó un grupo de trabajo que lleva más de 10 años investigando al respecto. Primero comenzamos con la epidemiología del cáncer de cuello uterino (además de la del cáncer de mama) y luego con los tratamientos y el seguimiento del cáncer de cuello uterino y de mama. Si bien la investigación se ha desarrollado fundamentalmente en el grupo poblacional del centro norte de la provincia que centra su atención en el Hospital J B Iturraspe también se han incorporado los datos del Hospital J M Cullen. Se desprenden datos muy preocupantes, entre ellos uno que es muy significativo: las mujeres que tienen sus partos en las maternidades de Santa Fe, y que usualmente tienen buenos controles prenatales (que deben incluir la realización del Test de Papanicolaou), en el 78% es decir que a casi 8 mujeres de cada 10 no se les ha realizado este Test universalmente aceptado para la detección del cáncer de cuello y sus lesiones precursoras. Se pierde una gran oportunidad”, refirió Samuel Seiref. 

PAP en la ciudad de Santa Fe
El estudio se puede realizar en todos los efectores de salud. En el ámbito público, en todos los hospitales y centros de salud. En el ámbito privado se puede acceder al mismo, a través de las
consultas ginecológicas, siendo una práctica que debe ser garantizada por las obras sociales y prepagas.