Las diferencias poblacionales en lo que refiere a la composición según edades y género son aspectos insoslayables que todo Estado debería tener en cuenta en la formulación y aplicación de políticas públicas. Este aspecto se torna aún más relevante cuando se trata de temas de índole sanitario, tal el caso de la pandemia de COVID-19 que hace más de un año afecta al mundo.

Investigadores del Departamento de Geografía de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Universidad Nacional del Litoral realizaron un estudio en el que analizan la composición de la población argentina según edades y por provincias, tomando como base los datos del Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas 2010, y cómo impactarían distintos criterios de distribución de las vacunas.

“Tomando como ejemplo hipotético una distribución del Ministerio de Salud nacional a las provincias de 1.000.000 de vacunas, si la misma se realizase en función de la cantidad de habitantes, Santa Fe recibiría 79.600, cifra que ascendería a 89.700 de aplicarse el criterio de participación de adultos mayores sobre la población total”, expresan los docentes investigadores Javier Gómez y Gustavo Peretti.

En el informe, aseguran que “el envejecimiento de la población y el alargamiento de los promedios de vida en las personas de mayores edades, como así también las diferencias regionales se relacionan con el grado de desarrollo económico, el nivel socioeconómico de las familias y las personas, los avances científicos con relación a la prevención y tratamiento de determinadas enfermedades, de acuerdo a diversos estudios. El proceso de envejecimiento en Argentina se dio en el marco de la modernización asociado a la industrialización y urbanización de determinadas áreas del país. Es decir, las transformaciones en este sentido se vinculan con ciertos cambios sociales y culturales experimentados en distintas esferas de la sociedad argentina”.

Los investigadores de FHUC-UNL sostienen que “sin embargo, la representatividad de los adultos mayores sobre la población total entre las jurisdicciones es muy dispar, coexistiendo importantes diferencias demográficas. Por ejemplo, mientras que cada 100 personas, 21,7 son adultos mayores en CABA y 16,1 en Santa Fe –y del mismo modo en La Pampa, Córdoba, Entre Ríos, Buenos Aires y Mendoza-; en otras jurisdicciones, como Tierra del Fuego, Santa Cruz, Misiones, Neuquén, Chaco y Formosa, de cada 100 personas sólo superan los 60 años 6,4, 8,1, 9,2, 9,9, 10 y 10,1 respectivamente.  Estas diferencias en la composición etaria de la población se pueden constatar también en las pirámides poblacionales de las provincias de Santa Fe y de Misiones (Gráfico 1), donde es notorio el mayor envejecimiento y feminización de la primera en comparación con la segunda”.

Pirámides de población de las provincias de Santa Fe y de Misiones. Año 2010.

“Si se considera a la población que supera los 80 años, las diferencias son aún más notorias. Mientras que en CABA y Santa Fe representan el 5,1% y 3% respectivamente, en Tierra del Fuego, Misiones y Neuquén su participación disminuye al 0,6%, 1,2% y 1,3% respectivamente y al 1,4% en las provincias de Salta, Jujuy, Formosa y Chaco”, indica el estudio.

“Tomando como ejemplo hipotético una distribución del Ministerio de Salud nacional a las provincias de 1.000.000 de vacunas, si la misma se realizase en función de la cantidad de habitantes, Santa Fe recibiría 79.600, cifra que ascendería a 89.700 de aplicarse el criterio de participación de adultos mayores sobre la población total”, analizan Gómez y Peretti.

 

Distribución de la población que supera los 70 años

En el año 2010, según el último relevamiento censal, las personas que superan los 70 años alcanzan la cifra de 2.811.587, distribuidas de manera muy desigual en el territorio. Algo más de la mitad -53,1%- se encuentran concentradas en la provincia de Buenos Aires y en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Le siguen en importancia las provincias de Santa Fe y de Córdoba con valores cercanos al 10% cada una.

Distribución de la población que supera los 70 años. Año 2010.

“El Ministerio de Salud de la Nación anunció el pasado 20 de marzo que las 337.800 dosis de la vacuna Sputnik-V contra el COVID-19 recibidas tendrían como destinatarios a las personas con más de 70 años. En el cuadro 2, se muestran las cifras de distribución según lo anunciado por dicha dependencia y las que corresponderían si se tuviese en cuenta el criterio de distribución territorial de dichos adultos mayores. Se puede constatar que dos de las jurisdicciones que se verían más afectadas por el criterio utilizado por el Ministerio son CABA y Santa Fe al recibir un 82,1% y 22,9% respectivamente menos de dosis que las que le corresponderían según la cantidad residentes de personas que superan los 70 años. De manera contraria, las provincias receptoras de dosis por encima del criterio de envejecimiento son Tierra del Fuego, Santa Cruz, Neuquén, Misiones y Formosa con una diferencia a favor de 80.8%, 63.7%, 48,9%, 43.6% y 39.5% respectivamente”, analiza el estudio de investigadores de la FHUC-UNL.

Distribución de las 337.000 vacunas Sputnik-V llegadas el 19/03/21 según provincias y ponderación de distribución según criterio de cantidad de personas que superan los 70 años.

Notas: (*) Se consideran las 337.000 dosis de vacunas Sputnik-V arribadas el día 19-03-2021; las que de acuerdo al Ministerio de Salud de la Nación se distribuyen en base a la cantidad de población de cada jurisdicción subnacional y a la unidad mínima de embalaje (que es de 600 dosis por conservadora).

(**) El envejecimiento poblacional se calcula teniendo en cuenta la cantidad de adultos mayores a partir de los 70 años de edad, población definida por el Ministerio de Salud como destinataria de esta partida de dosis. 

(***) Estos cálculos surgen de la diferencia entre las cantidades de dosis distribuidas entre ambos criterios.

En síntesis, señalan los investigadores Gómez y Peretti: “En lo que refiere al Covid-19, en aquellas vacunas autorizadas para las personas que superan los 60 años de edad, grupo de mayor riesgo afectado por importante letalidad, surge preguntarnos acerca de los criterios de reparto, es decir si es conveniente que el mismo se realice en base a la distribución de la población general, o bien se debería atender a los criterios etarios, particularmente, el envejecimiento poblacional”.