“El dengue es una enfermedad causada por un virus que se transmite a través de la picadura de un mosquito infectado a una persona sana. El mismo, pertenece al género Aedes, principalmente el Aedes aegypti, que se caracteriza por ser pequeño, negro y con pintas blancas”, definió Hernán Blesio, docente de FCM-UNL.

Diversas localidades del país, presentan año a año casos de dengue, es por ello que, la Facultad de Ciencias Médicas y el Programa de Extensión de Equidad en Salud, sostienen sus acciones en pos de concientizar para prevenir la enfermedad e informar sobre los síntomas de la misma.

Esta enfermedad, suele presentar diferentes síntomas entre los que prevalecen, “fiebre acompañada de dolor detrás de los ojos, de cabeza, muscular y de articulaciones, náuseas y vómitos, cansancio intenso, aparición de manchas en la piel, picazón y/o sangrado de nariz y encías”, detalló Hernán Blesio, quien además destacó que “ante la aparición de estos síntomas, es importante no auto medicarse y acudir al centro de salud más cercano, para recibir el tratamiento adecuado”.

Prevenir el dengue: una tarea compartida

La principal herramienta para prevenir el dengue, frente a la inexistencia de vacunas, es la eliminación de todos los criaderos de mosquitos, es decir, de todos los recipientes que contienen agua quieta, limpia y clara. Estos pueden ser urbanos (baldíos, cementerios, desarmaderos, basurales) y/o domésticos (baldes, neumáticos, floreros, botellas, bebederos de animales o contenedores de cualquier tipo).  Por ello, es importante prestar atención en nuestro hogar y alrededores del mismo, especialmente en aquellos lugares donde se puede acumular agua de lluvia.

En ese sentido, Blesio, recomienda las siguientes medidas de prevención:

• Descartar todos los recipientes que contienen agua tanto en el interior de las viviendas como en sus alrededores.

• Cambiar cada 2/3 días el agua de los bebederos de animales y floreros y limpiarlos cuidadosamente frotando las paredes de los recipientes con una esponja a fin de desprender los huevos de mosquito que puedan estar adheridos.

• Mantener los patios limpios y ordenados.

• Limpiar canaletas y desagües de lluvia de los techos.

• Usar siempre repelentes siguiendo cuidadosamente las recomendaciones del envase.

• Colocar mosquiteros en puertas y ventanas.

• Utilizar repelentes ambientales como tabletas y espirales.

Cabe destacar que, “el aedes aepypti, es un mosquito hogareño que no se cría en charcos, zanjas, lagos, lagunas o ríos. En esos lugares pueden ser criaderos de otras especies de mosquitos que no transmiten estas enfermedades”, concluyó Blesio.