El pasado 27 de septiembre en la Sala de la Unión Industrial de Santa Fe, se realizó el Panel “Calidad del agua potable. Opiniones y criterios relacionados con la presencia de flúor”. La charla fue organizada por la Facultad de Ingeniería Química, la Secretaría de Extensión de la UNL, la Asociación de Ingenieros Químicos y la Facultad de Ciencias Médicas. 

En la oportunidad disertaron el Ing. Alberto Casto, ex decano de la FIQ, la Méd. Elda Cagnel , jefa de toxicología del Htal. Gutiérrez e invitada de la FCM, y la Ing. Vilma Ortolani del Ente Regulador de Servicios Sanitarios (ENRESS).

En el panel se abordó la historia internacional y justificación histórica del agregado de flúor al agua que tuvo su origen en EEUU a cargo del Ing. Castro. “Estoy muy impresionado, muy preocupado por el agregado de flúor agua. En los años cuarenta, en la Guerra Fría, necesitaban hacer la bomba atómica, la estaban estudiando. Entonces necesitaban miles de toneladas de flúor para poder tomar el uranio. Las tecnologías no se cambian de un día para el otro. Entonces engañaron a su pueblo diciéndole que el flúor es bueno para los dientes de los chicos”, consignó Castro.

A su turno, la Ing. Ortolani habló sobre la situación del flúor en la provincia. “Como controlador de la calidad del agua en toda la provincia nosotros hemos detectado que no se está fluorando en este momento el agua, a pesar de que a nivel nacional y a nivel provincial se debería fluorar. En realidad no se ha llevado a cabo un estudio epidemiológico como corresponde para decir 'sigamos fluorando o no' (…) . Hay que estudiar el tema desde el punto de vista económico, desde el punto de vista de la salud y desde el punto de vista del agregado del mismo y llegar a un nuevo acuerdo con la ciudadanía. Estamos en el 2017 y esto se discutió debe ser en el 1999 o 2000”, consignó.

Por su parte, la toxicóloga Elda Cargnel abordó el impacto del flúor en la salud, teniendo en cuenta la exposición sostenida al flúor en el agua: “Al fluorar el agua y darle de beber agua a un niño que hasta los tres años está en pleno desarrollo del germen dentario, tenés más riesgos de hacer una fluoriosis  --así sea leve o moderada-- que va a tener su impacto ya cuando el chico empiece con la dentición verdadera (...) Lo que uno puede hacer, en el caso de necesitar flúor, es por un lado el cepillado --que es lo que hay que incentivar-- y si hace falta administrar el flúor recetado. Eso es que lo que han decidido países de alto nivel sanitario. De hecho, Canadá no fluora el agua, sí Estados Unidos pero no Canadá”, dijo Cargnel.